Tras un período en el que los mapas toponímicos estaban expuestos, el ayuntamiento los mandaba corregidos al PTG y con las fichas de la nueva información debidamente cubiertas. A partir de ese momento, los procesos que se realizaban con estos datos eran los siguientes:
1. Introducción de los nuevos datos
Los nuevos topónimos recogidos en la fase de exposición se introducían en la base de datos general del municipio. Aquellos que precisaban de alguna corrección eran modificados según el tipo de error que presentasen (gráfico, de localización o de tipología geográfica).
2. Nueva revisión por parte de la Comisión de Toponimia
Esta nueva información era supervisada por los miembros de la Ponencia de Estudios, para dictaminar la forma normativa de los nuevos nombres.
3. Redigitalización
Los nuevos topónimos se digitalizaban en la ortofoto y se reubicaban los que presentaban algún error de situación.
4. Imprimir los mapas toponímicos finales
Finalmente se maquetaban los mapas toponímicos definitivos con las actualizaciones incorporadas.