La toponimia de un lugar, además de describirnos el paisaje, es capaz de hablarnos del vínculo que las personas creamos con el territorio. Es habitual conocer grandes espacios por un nombre general, pero en este nuevo capítulo de la serie “Os nomes da nosa terra” veremos como la supervivencia del ser humano llevó a ponerle un nombre particular la cada rincón de la costa de la Torre de Hércules, el llamado Mar do Orzán.
En esta ocasión, Fran Cañotas se reúne al lado de A Robaleira, en la Punta Herminia, con Iván Méndez, técnico especialista en toponimia del Seminario del Onomástica de la Real Academia Galega. Este le explicará la importancia que tienen los talasónimos para la gente del mar y le hablará de la antigüedad de todos estos nombres. Xabier Mariñas, percebeiro y patrón mayor de la Cofradía de A Coruña, le va a hablar de la historia de su abuelo, Milucho Mariñas, un percebeiro cuya vida estuvo dedicada al mar y que transmitió a su nieto la herencia de los nombres de la costa de A Coruña. Esta admiración también es compartida por Xurxo Souto, uno de los mayores divulgadores de la cultura popular gallega y también de nuestra toponimia, con quien descubriremos muchos de los nombres que llenan uno de los paisajes más hermosos de A Coruña.
Como remate al capítulo, Vicente Feijoo, coordinador técnico de Galicia Nomeada y asesor científico de esta serie documental, comenta la motivación de los nombres de unas piedras del mar ubicadas frente a la Torre de Hércules y que toman como base léxica toda una familia de bovinos: se trata de los islotes llamados O Boi, A Vaca, O Becerro y O Becerriño.
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