Una lengua es sistemática, pero como creación humana que es, tiene también sus irregularidades y más en un contexto como el que vivió el gallego durante siglos. A veces, estas irregularidades o anomalías acaban por consolidarse en la lengua. Este es uno de los motivos principales por el que tenemos en el gallego actual topónimos con falsos artículos, como los que hablamos en este vídeo.
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