Galicia fue definida como el país de los mil ríos, frase afortunada atribuida a Álvaro Cunqueiro y muy manida que se emplea para describir la realidad fluvial de nuestro territorio. Raro es el lugar que no esté próximo a uno o varios cursos de agua, pero más extraña es la aldea de Becerreá que parece sugerir la existencia en su contorno de “mil arroyos”: Regosmil.
Sin embargo, un vistazo a la cartografía desmiente la apariencia del topónimo: la pequeña aldea de la feligresía de Fontarón tiene al oeste el arroyo de As Pasadas y, en el este, otro curso fluvial más pequeño que acaba vertiendo en el río de As Rodeiras. Nos faltarían 997 arroyos para llegar a los mil que se sugieren aparentemente.
La llave que nos abre la puerta al origen del topónimo no está en las primeras sílabas sino en su terminación, -mil, semejante a que encontramos en muchos topónimos de nuestra geografía: Goimil, Framil, Ramil, Roimil, Recimil, Susmil, Toimil... Detrás de todos ellos está un nombre de posesor de origen germánico.
Según Nicandro Ares, Regosmil puede ser una alteración popular de otro topónimo que se recoge en la parroquia de Guizán de Mos, en Pontevedra: Regomil. Según Nicandro Ares, el étimo tanto de Regosmil como de Regomil sería el nombre personal REGUMIRUS, a través de su genitivo, en un sintagma semejante la (UILLA) REGIMIRI.
El río Asma marca en buena medida la identidad y el paisaje de Chantada, pues cruza el territorio de este ayuntamiento de Este a Oeste...
Son innumerables las ocasiones en que en esta página hemos aludido a la importancia que tiene la toponimia para descubrir la historia...