Diez aldeas gallegas donde encontrar el Alén

El "alén", definido en el gallego común como “el mundo de después de la muerte”, siempre ha sido uno de los grandes misterios de la humanidad. La práctica totalidad de las civilizaciones humanas que existieron y existen lo han tenido como parte central de su cosmovisión y han dejado muestras de sus creencias en un una existencia de la vida después de la muerte, el "alén".

Sin embarco, las 10 entidades de población que registra el Nomenclátor de Galicia en los concellos de Beariz, O Irixo, Maside, Montederramo, Ourense, Paderne de Allariz, Padrenda (en las parroquias de Crespos e Monte Redondo), en Piñor (en Coiras e Torcela), en Covelo, Lalín y Rodeiro, y los múltiplos topónimos y microtopónimos recogidos en Galicia Nomeada, tien otro significado más del "aquén". Por lo general, en la toponimia Alén designa lugares que están situados más allá de algún accidente geográfico o de una dificultad, como puede ser un río o un arroyo, un monte u otro sitio que funciona como referente primario.

Queda más clara esta contraposición de un lugar frente a otro en Alén do Río, lugar de la parroquia de Buciños del concello lucense de Carballedo que, efectivamente, está localizado más allá del arroyo de Buciños y del lugar homónimo, donde se sitúa la iglesia parroquial. Un significado semejante a Alen do Río tienen los 16 lugares que en el Nomenclátor de Galicia figuran como Alemparte, esto es, en la otra parte o banda de un río. A la misma motivación responden los topónimos Aquelabanda y Desabanda (parroquia de Sarandós, Abegondo), Calabanda (Calo, Vimianzo); Acalabanda (Brandomil, Zas) o Esabanda (Santa Cruz de Moeche, Moeche), por citar algunos ejemplos.

Otros topónimos procedentes del latín AD ILLINC son Alende, en los concellos de A Pobra do Brollón (nas parroquas de Cereixa y Eixón), Castro Calelas, A Peroxa, A Teixeira, Campo Lameiro, Forcarei y Moraña; y también Lende (Monforte de Lemos).