El ayuntamiento lucense de Pantón fue el encargado de abrir la edición 2022 del programa Toponimízate. Tal es la riqueza toponímica de este ayuntamiento que en él podemos encontrar ejemplos de casi todos los diferentes nombres de lugar en que se suelen clasificar desde el punto de vista semántico: ecotopónimos como Casanova o A Granxa; zootopónimos como A Oseira o Pombeiro; hidrotopónimos, como A Regueira o Augas Santas; litotopónimos como As Laxes o Penaveada; fitotopónimos como Moreda, Abelaira, Salgueiros, Souto o Campo das Parras; orotopónimos como O Outeiro, O Cotillón o A Costa; haxiotopónimos como San Romao, San Fiz o Santipedre; antrotopónimos como Reiriz, Budián, Goián, Amandi, Guítara, Segade o Pantón; e incluso gentilicios como Galegos o Toldaos. Mas, de entre todos ellos, queremos llamar la atención sobre uno, Faramontaos..
Faramontaos es el nombre de un lugar de la parroquia de Eiré que también se registra en los ayuntamientos ourensanos de A Merca, Porqueira, Xinzo de Limia y dos aldeas en San Cristovo de Cea, en las feligresías de Viña y Pereda. En nuestro territorio existe también la variante con solución occidental en la terminación, Faramontáns, en Caldas de Reis. No es un topónimo exclusivo de Galicia, pues tiene correlato en dos localidades zamoranas, Faramontanos de la Sierra y Faramontanos de Tábara; y en otra salmantina, Cabeza de Framontanos. Josep Piel lo une también con los topónimos portugueses Fermentãos, en Braganza; Fermentões, en Guimarães; y Fermentelos, en Águeda. Todos estos lugares ocupan un área que abarca el sur de Galicia, el norte de Portugal y el oeste de Castilla y León.
Antón Palacio, en su tesis sobre la toponimia de este ayuntamiento, defiende que este topónimo está originado por un prefijo, (IN) FRA, usado con el valor de ‘ trans’ y el sustantivo MONTANUS, derivado de MONTE (M), topónimo que así se acomoda a la situación de la aldea. Del FRAMONTANUS original se llegaría al Faramontaos actual a través de una vocal anaptítica. Faramontaos sería, pues, los habitantes que vienen de detrás de los montes.
Otros autores, como José Carlos Sánchez Pardo, van en la línea del apuntado por el académico Antón Palacio, aunque proponen como étimo una forma FORAMONTANUS, esto es, los habitantes de ‘fuera de los montes’. Localiza su origen en la región portuguesa de Tras-Os-Montes, “ aunque podría pensarse más genéricamente en un significado relacionado con gente venida de fuera de las montañas”.
Sin embargo, Gonzalo Navaza considera este un topónimo controvertido, mas piensa que guarda relación con la tesis que propusieron autores como Piel, Corominas o Leite de Vasconcelos. Según estos autores, todos estos topónimos derivan de un término jurídico medieval, FORUM MONTANUM, cuya explicación aparece recogida en un texto publicado a finales del siglo XVIII de la autoría de Joaquim de Santa Rosa de Viterbo, titulado Elucidário das palavras, termos e frases que em Portugal antiguamente se usaram “Deu-se este nome aos enfiteutas, colonos ou caseiros que pagavarn ao direito senhorio como parte da pensao o foro de montaria ou foro do monte” o también, como apunta Navaza, gente que tendría una licencia para cazar en zonas acotadas.
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