En el ayuntamiento ourensano de Castrelo de Miño existe una localidad denominada O Toledo, que al leerla no podemos más que recordar la ciudad manchega y capital de las tres culturas: Toledo. La evidente similitud en la grafía de las dos poblaciones, solo rota por el artículo en la ourensana, puede llevarnos a considerar que haya también relación entre ellas. Pero, ¿cuál es esta vinculación?
O Toledo puede ser un topónimo de traslado traído a Galicia tal vez por un grupo de habitantes de la localidad toledana que fundarían aquí un pequeño núcleo de población con el nombre de su ciudad de origen. Este movimiento migratorio, que se produciría tras la llegada de los árabes a la Península, sería paralelo al registrado en los topónimos Toldaos, nombre de cuatro feligresías de O Incio, Láncara, Pantón y Triacastela, que incluyen, cada una, un lugar homónimo.
Otra hipótesis que puede explicar la relación entre las dos localidades se remonta al 8 de mayo del año 1085, fecha en la que Afonso VI “Victoriosissimo rege in Toleto, et in Hispania et Gallecia” desalojó las tropas musulmanas de la taifa toledana. El eco de esta victoria resonaría de tal manera en todo el reino que pudo provocar la aparición de este topónimo.
Por último, no podemos descartar que este topónimo tenga origen en el apodo de uno de sus moradores: el artículo inicial invitaría a pensar que su primer habitante fuera conocido como “O Toledo” y, por extensión, la casa en que vivía.
Ahora bien, otros investigadores, como Fernando Cabeza Quiles o Frutos Fernández González, descartan las tres hipótesis anteriores y niegan que se trate de un topónimo de traslado. El Toledo miñense tendría origen en una raíz prerromana *TOL, referida a alturas rocosas o abruptas’. Esta etimología cuadraría perfectamente tanto en el Toedo de A Estrada como en el Toledo de Castrelo de Miño. El mantenimiento del -l- intervocálico en el topónimo ourensano, Toledo, frente a la pérdida del estradense, Toedo, podría ser un impedimento para esta explicación. Con todo, Edelmiro Bascuas juzga que El Toledo tendría un étimo con -ll- xeminado, mientras el -l- que se perdió en Toedo tendría como antecedente etimolóxico un -l- simple. Esta alternancia es comparable, por ejemplo, a la que se produce en Salagia > Seaia (Malpica, A Coruña) con la localidad Salaia de Palas de Rei, Lugo.
Si tenemos en cuenta lo anterior, O Toledo de Castro de Miño no sería un topónimo replicante del Toledo castellano, a pesar de que sí estarían relacionados al compartir la misma raíz que los formó.
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