El mes de septiembre es el mes de la pereza. La vuelta a los quehaceres diarios después del descanso estival implica en muchas personas lo que se dio en llamar “depresión posvacacional”,esto no es más ni menos que la falta de voluntad por volver a la rutina del trabajo. Casi todas y todas sufrimos en algún momento de nuestras vidas esa sensación, por lo que fuimos (o somos) merecedores del calificativo gallego "nugallán".
"Nugallán" es una voz del gallego común que empleamos para calificar una persona que se deja llevar por la falta de voluntad para trabajar o hacer algo que requiere algún esfuerzo, esto es, un perezoso o un vago. La voz gallega nugallán procede del latín NUGALIS, -ALE, donde significaba ‘hombre frívolo, sórneas’.
Una aparente forma en plural de esta voz del gallego común la encontramos como topónimo en el ayuntamiento lucense de Antas de Ulla, Nugallás. Se trata de un nombre de lugar único en toda Galicia que parece tener un correlativo en el municipio coruñés de Trazo, Nogalláns. La homonimia entre el topónimo seoanés y este adjetivo despectivo del gallego común lleva a hacernos la pregunta: ¿fueron "nugalláns" los primeros pobladores de este lugar?
Andrea Santiso, en su obra Toponimia de Antas de Ulla, considera que no se puede descartar totalmente esta opción. Se trataría, de ser el caso, de un topónimo gallego de naturaleza jocoso-despectiva que describiría con tono peyorativo las personas que habitaron en algún momento el lugar. No sería el único "chamadeiro" con un origen semántico semejante, pues, en la parroquia muxiá de Caberta existe una aldea llamada Mintiráns.
Ahora bien, la propia autora ve dos problemas en la vinculación de Nugallás con su homónimo del léxico común: la primera es que no se encuentra ninguna referencia ni oral ni escritura al calificativo nugallán aplicado la este lugar, excepto el propio topónimo; y la segunda, tal vez más importante, es que Nugallás está situado en un lugar donde son abundantes los nogales. Por tanto, la autora de este trabajo de investigación considera que el topónimo puede relacionarse con un étimo NUCALIALES, en referencia a la abundacia de este árbol en el territorio de la parroquia, y que procedería del latín NUCALIA, plural neutro del adjetivo NUCALIS, -ALE.
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