Comenzadas a construir entre finales del siglo XV y comienzos del XVI, las torres de O Allo forman parte del edificio considerado como el primer pazo de la historia. Esta alhaja de nuestra arquitectura civil sirvió posteriormente como modelo de las casas señoriales en toda la geografía gallega y alrededor de ellas creció la parroquia y los diferentes lugares habitados que la componen. Sin embargo, el nombre de la feligresía está documentado con anterioridad y nada tiene que ver con ellas.
El historiador Xosé María Lema, académico correspondiente y miembro del Seminario de Onomástica de la RAG, nos descubre a sus puertas cuáles fueron las diferentes hipótesis que se dieron sobre el origen del topónimo O Allo: ¿será un fitotopónimo o nada tendrá que ver con la voz del gallego común “allo”? Descúbrelo en esta nueva entrega de la serie O Seminario de Onomástica responde.
La Real Academia Galega ha decidido rendir un más que merecido homenaje a las mujeres que crearon, cantaron y contribuyeron a la...
Mens es un topónimo muy conocido gracias a que da nombre a todo un símbolo de las agrupaciones de música...