Cuenta la leyenda que en las alturas de O Xistral existía un lago que poco a poco se fue secando a través de los cursos fluviales hacia el Cantábrico. Uno de ellos iba cargado del metal precioso más codiciado que le acabaría por dar el nombre: el río Ouro. También hay quien dice que este río recibe su nombre por el color dorado que todos los atardeceres se produce en su curso.
Las dos historias que abren este artículo y que se escuchan por las tierras de O Valadouro, son dos ejemplos claros de etimologías populares, esto es, la definición del origen de un término a través de creencias, mitos o las falsas interpretaciones de las evoluciones de las palabras.
El nombre del ayuntamiento de O Valadouro es un compuesto del latín VALLE, la preposición DE y el hidrónimo OURO, denominación del río principal que atraviesa el territorio del ayuntamiento y que, como vimos en este artículo, desemboca en Fazouro. La forma actual Valadouro es resultado de un fenómeno de asimilación vocálica (Valedouro > Valadouro).
Pero si la primera parte del topónimo es transparente, tenemos más dudas cuando al hidrónimo Ouro. Fernando Cabeza Quiles, en su Toponimia de Galicia (2008:238-239), sugiere que este río pudo llamarse en un principio *Douro y, por tanto, aparentado con el río Duero, mas que acabó por convertirse en Ouro por "atracción ou contaxio da palabra Ouro". Otros autores lo derivan de una indoeuropea OR- que aparecería en otros ríos como Oulo u Oira.
Por tanto, poco oro encontrarás, salvo el río Ouro, si vas a O Valadouro. ¡Una lástima!
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