A Mariña Dourada: la Universidade da Coruña en la vanguardia de la recuperación de su toponimia tradicional

El pasado viernes 23 de junio, el rector de la Universidade da Coruña, Julio Abalde, junto al vecindario de la parroquia de Elviña descubrieron una placa con el nuevo nombre del principal equipamiento deportivo de la universidad, que en lo sucesivo será conocido como Estadio Universitario A Mariña Dourada. La noticia es de gran importancia no solo por la loable acción de tomar como propio el topónimo con el que eran conocidas estas tierras antes de que se construyera la instalación, sino porque recupera y difunde para todos nosotros un topónimo sin igual en toda Galicia, una auténtica alhaja de más valor que el propio oro que forma parte del nombre. 

Este nuevo y, a la vez, tradicional nombre forma parte de un proyecto de recuperación más ambicioso del patrimonio cultural que está vinculado a la Universidade da Coruña en la parroquia de Elviña, pero que tiene en la toponimia tradicional uno de sus principales ejes de actuación. Así, según anunció el propio rector, uno de los próximos pasos en este programa promovido por la Vicerreitoría de Igualdade, Cultura e Deporte será, entre otros, seguir recuperando la toponimia de los Campus de Elviña y de A Zapateira, los dos dentro de esta misma parroquia.

Para esto tomarán como referencia una pequeña, pero interesantísima, pieza etnográfica publicada por la propia Universidad en 2008, O val de Elviña, a identidade cultural na memoria, hecha por la antropóloga y arqueóloga Ana Filgueiras Rey. El cuaderno está formado por diferentes mapas que, además de otros datos etnográficos interesantísimos, recoge la toponimia mayor y menor de Elviña, así como los nombres de los caminos tradicionales: O Seixedo, A Canle -estos dos también dentro del espacio del estadio universitario-, As Salgadas, A Morena, As Carballeiras, A Viña Nova e A Viña Vella, O Monte do Cura, As Paxareiras, O Pouporón, o Camiño dos Romeus, a Corredoira do Trasno....

Queremos destacar el papel que juega el vecindario de Elviña en todo este proceso, ya que el trabajo de recuperación toponímica es una constante en las actividades de las agrupaciones parroquiales, como la Asociación Cultural Tempo Novo y la Asociación de Veciños Os Rexumeiros de Elviña – Castro, que también asistieron al acto del pasado día 23. 

Además de informantes para el trabajo de Ana Filgueiras, estas dos asociaciones junto al vecindario consiguieron que en 2008 la Comisión de Honras e Distincións del Concello da Coruña estimase su propuesta para nombrar las calles de los lugares de Elviña, de O Castro y de O Souto con los nombres tradicionales con que eran conocidas estas vías o con los microtopónimos de las fincas en que se localizaban. Así, las calles de O Portalón, O Curro, As Hortas de Elviña, A Fonte, As Rebandas, A Marea, O Canedo, O Vilar, A Agra do Bico, As Carballeiras, A Pena do Cuco, o Camiño de Mons, o Camiño dos Saramelos ou o Camiño do Pouporón  enriquecen desde 2008 el Nomenclátor urbano coruñés. 

Además, en el último número de la revista que publica la Sociedade Cultural e Recreativa Tempo Novo, se publica la primera parte de un estudio sobre su toponimia mayor que tendrá continuidad en las próximas publicaciones.

Volviendo a A Mariña Dourada, se trata este de un topónimo único que no puede ser más apropiado para un estadio universitario, donde se celebran los triunfos de atletas en diversas modalidades deportivas, como el rugby o el fútbol gaélico. Sin embargo, juzgamos que nada tiene que ver con el metal precioso con que se certifican las victorias deportivas y tal vez más con la propiedad de estas tierras que, en la memoria de las gentes de Elviña, eran extremadamente fértiles. Es posible, pues, que el adjetivo dorada haga referencia al color de las tierras, muy claras, en comparación con el resto del terreno, mucho más oscuro. Incluso también se puede interpretar que ese color dorado de deba a que les batía mucho el sol y los minerales existentes en ellas devolvieran ese reflejo, como acontece con muchos lugares llamados A Pedra Dourada.

El primero de los elementos, sin embargo, es mucho menos transparente aunque se trate de una palabra del gallego común, A Mariña. Puede tratarse del nombre de la primera propietaria de las tierras, Mariña. Sin embargo, la presencia del artículo hace que esta hipótesis sea poco probable. También hai que tener en cuenta que, en muchas partes de Galicia, las patatas recibieron el nombre de “castañas mariñas” o simplemente “marinas” por proceder de la otra parte del mar, en oposición a las castañas. El nombre de “mariñas” también se aplicaba a las tierras donde se plantaban estos tubérculos esenciales en nuestra dieta. Aunque las primeras plantaciones en nuestro país están registradas en el siglo XVI, no será hasta mediados del siglo XVIII en que se expanda su cultivo por toda la geografía. Este dato no es menor si tenemos en consideración que los nombres de los predios del entorno del actual estadio universitario, como A Canle, As Salgadas, As Maceiras ou As Carballeiras, aparecen registrados en el Catastro da Ensenada. No obstante, A Mariña Dorada no aparece incluido en este inventario catastral de mediados del XVIII, un hecho que podría servir de sustento para relacionar el topónimo con un lugar donde se plantaban patatas, pero que entonces aun no tenía este uso. La nueva utilidad pudo servir para crear el nuevo topónimo; mas esta es simplemente una hipótesis. 

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