Las razones del cambio de grafía en el topónimo Verdillo

Las razones del cambio de grafía en el topónimo Verdillo

Hace unos meses, el alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, solicitó un informe al Seminario de Onomástica de la Real Academia Galega para aclarar las razones por lo que se oficializó el topónimo Berdillo, con B. Según exponía el regidor en su escrito, "unha parte moi importante da veciñanza quere que se denomine Verdillo, con V", por lo que agradecía que el Seminario arrojase algo de luz sobre cuáles habían sido los motivos de la elección de la grafía B en el topónimo que se oficializó en el año 2003 para la publicación del Nomenclátor de Galicia.

Uno de los criterios que siguió la Comisión de Toponimia para la fijación de los topónimos del Nomenclátor de Galicia fue la congruencia con las grafías históricas y etimolóxicas del gallego común. Sin embargo, si la etimología resultaba oscura, dudosa o controvertida, como era el caso de Berdillo, se optó, en general, por la grafía habitual en la tradición escrita o la más arraigada en el uso actual. Teniendo en cuenta esto, la Comisión de Toponimia eligió en 2003 mantener el B- inicial del topónimo Berdillo, pues así era como aparecía escrito en los nomenclátores precedentes de los siglos XIX y XX. Además, argumentaban en aquel momento que “esta grafía non condiciona ningunha hipótese etimolóxica, como si o faría o V- inicial que parece querer emparentar o topónimo coa voz común verde, sen ningunha proba dunha posible relación entre as dúas palabras”.

Aun así, tras la petición del alcalde de Carballo, los miembros del Seminario de Onomástica de la RAG decidieron hacer una investigación más profunda sobre la grafía histórica, a pesar de ser conscientes de la opacidad del étimo que se esconde detrás de la forma actual. Sus pesquisas acabaron formando parte de un informe donde se analizan textos notariales medievales, libros pertenecientes al archivo de la parroquia, cartografía histórica y otros documentos, como los ya citados nomenclátores oficiales de los últimos siglos.

De entre todos ellos cobró especial relevancia la documentación que se encontró en el libro de Manuel Lucas Álvarez, San Paio de Antealtares, Soandres y Toques: tres monasterios medievales gallegos, publicado en 2001. En este libro, la documentación que interesa para esta parroquia es la correspondiente al monasterio de Soandres, del que dependía la feligresía de San Lourenzo de Verdillo. Tras repasar las atestacións escritas en este textos, se constató que los escribanos del monasterio de Soandres se decantaron por el uso del V de una manera clara: de las ocho concurrencias encontradas del topónimo, en seis ocasiones aparece escrito con V-. Este hecho llevó a suponer que las personas que redactaron los textos tuvieron ocasión de ver en documentos anteriores el topónimo en latín y que ahí debía aparecer con U-/V-.

En los siglos siguientes hubo vacilaciones entre B y V -sobre todo en el XVI y en el XVII-, dependiendo mucho de los curas o de los escribanos que redactaban. Así y todo, la elección por la V empezó a ser mayoritaria en el séc. XVIII, tanto en los libros parroquiales como en la cartografía y documentos civiles más o menos oficiales. En el XIX se giró un poco -en el mundo eclesiástico y en los nomenclátores oficiales de la segunda mitad- a favor del B. Desde el último tercio del XIX, durante todo el XX y lo que llevamos del XXI, la única forma registrada en los libros parroquiales fue Verdillo (136 años sucesivos), a pesar de que en los nomenclátores oficiales de las dos centurias se escribiera con B.

La mayor parte de los habitantes de la parroquia llevan años haciendo caso omiso de los nomenclátores oficiales y escriben Verdillo, pues así aparece en el nombre de asociaciones deportivas y culturales o en los letreros de las carreteras. Es posible que la gente -quizás desde siglos atrás- asociara Verdillo al color verde o que se encontrara una estrecha familiaridad con el lugar de Verdes, del que dista menos de 10 km. Quizás acabaron asociando los dos topónimos para atribuirles un mismo origen y, por tanto, la misma escritura.

Por estos y por otros motivos, el Seminario de Onomástica de la Real Academia Galega optó por proponer la forma Verdillo, con la grafía V, para la próxima edición del Nomenclátor de Galicia, obra que contiene los nombres oficiales de los ayuntamientos, 
 

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